viernes, 11 de abril de 2014

No habrá paz


Aunque claree el día afable
En las orillas de tu estima una vez más
Y sus colores vuelvan, la tormenta te ha cambiado:
Ya nunca podrás olvidarte
La oscuridad que ciñe el deseo, el vendaval
Que profetiza tu caída.

Deberás vivir con eso en tu conciencia.
Hay criaturas hacia atrás, más allá y afuera,
En noches sin luna, de las que no sabés,
Y que ciertamente saben de vos,
Seres de desconocidas formas y cantidades:
Y vos no les agradás.

¿Qué les has hecho a ellos?
¿Nada? Nada no es una respuesta:
Llegarás incluso a creer –¿cómo lo preverías?–
Que lo hiciste, que algo les hiciste;
Te encontrarás a vos mismo deseando poder hacerlos reír,
Desearías su camaradería.

No habrá nunca paz.
Luchá, entonces, con todo el coraje que haya en vos
Y arrimá todos los golpes bajos que conozcas,
Una sola y única cosa debés recordar:
Su causa, si han de tener una, no es nada para ellos ahora;
Odian por el hecho de odiar.

There will be no peace (W. H. Auden).
Traducido por Paulo Manterola.




Test de la casa y el jardín






























El miedo
ante todo.
Lo primero que sentís, lo último;
un grito sofocado,
te paralizás, se te agarrotan los músculos,
querés desprenderte de vos,
tenés los ojos de una bestia herida:
el miedo.
Tus voluntades, tus anhelos, una casa, un jardín…
… y qué pasa ahí.
¿De qué color son los árboles que crecen, hace frío, o calor?
¿Qué formas tienen las sombras en el pasto?
¿Qué tan altas son las paredes en los dormitorios?
¿Cuántas sillas hay en el comedor?
No pienses las respuestas:
improvisá.
No podés, no querés... no sabés
qué hacer. Y ante todo,
el miedo.

Una picazón en tu sistema nervioso
empieza a carcomer tu espíritu invertebrado, dócil…
… y ya no podés
comprender el amor más que como lo conocemos.
Las trampas, y lo que creés que son las trampas, el sometimiento, la angustia.
Lo sádico, lo neurótico…
… lo patético, lo ridículo.
Sentirse perdido en otro o en uno mismo, lo mismo da…
… y quiero adivinarte
con esta sonrisa irresponsable, necia,
pero serena
y este resto de voluntades insensatas, estúpidas;
mostrarte otra cosa.
Una casa cerca del mar, ¿qué más necesitás?
Una huerta en el jardín, ¿qué más?
Mucho más.
Mostrarte la posibilidad de otra cosa
con cada impulso
de mi ser,
con toda la electricidad de mi cuerpo.

Y no siento miedo.
No. Por nada.
Y es curioso,
tampoco siento amor.




jueves, 10 de abril de 2014

Si yo pudiera decirte




















No dirá nada el tiempo, solo dirá te avisé
Solo el tiempo sabe el precio que debemos pagar;
Si yo pudiera decirte, te lo haría saber.

Si debemos llorar al ver al payaso en su papel,
Si nos debe estremecer, el oír a los músicos tocar,
No dirá nada el tiempo, solo dirá te avisé.

Así es que no hay fortunas para prever,
Porque te amo más de lo que yo puedo confesar,
Si yo pudiera decirte, te lo haría saber.

De algún lugar, estos vientos deben proceder
Debe haber una razón en las hojas para marchitar;
No dirá nada el tiempo, solo dirá te avisé.

Tal vez las rosas, realmente, quieren crecer,
Y la visión, seriamente, tiene intención de perdurar;
Si yo pudiera decirte, te lo haría saber.

Y si los leones, todos quisieran correr,
Y el fluir del arroyo y los soldados, desertar;
¿Acaso el tiempo dirá yo te avisé?
Si yo pudiera decirte, te lo haría saber.


If I could tell you (W. H. Auden)
Traducido por Paulo Manterola.

La verdad, el tiempo y la historia. Francisco Goya.



















lunes, 7 de abril de 2014

Amnesia

Soy un libro abierto,
no hay nada entre líneas;
soy lo que ves.
Solamente está oculto para mí.
Soy una vena abierta
de par en par.
Fácil de temperar, fácil
de envenenar.
Soy un producto de la espontaneidad
–soy amnesia–.
Escupo palabras que
ya me son ajenas.
Creeme hoy...
... mañana es tarde para mí.
Los pensamientos atacan
filosos y breves...
... ligeros, nimios, entre otras 
ficciones de mis impulsos 
que se me desbordan de los huesos.
Soy un esqueleto de nervios 
pulverizados,
un tumor a punto de reventar...
... y este corazón,
todos estas inflexiones,
como espasmos:
soy un efecto de tu causalidad
–soy amnesia–.
Vivo asombrado; casi tanto 
como cansado.
Doy todo lo que puedo dar...
... y más.
No guardo nada.
Soy un producto de la espontaneidad.
Soy amnesia.
Todo es tan excitante...
... todo es tan
estresante.

La persistencia de la memoria. Salvador Dalí.














También te puede interesar: Elvira, Una masacre silenciosa, Fin del mundo, De lo que están hechos los hombres y de lo que están hechos sus mitos


domingo, 6 de abril de 2014

Muerte. Política.

Muerte




Ni el temor ni la esperanza
Acuden a un animal muriendo;
Un hombre aguarda su final
Esperanzado, temiendo.
Muchas veces murió
Muchas veces se volvió a levantar;
Un gran hombre, en su orgullo,
Enfrentando el sadismo de los demás.
Arroja una burla con denuedo
Sobre el aliento que se desvanece;
Conoce la muerte hasta los huesos –
El hombre inventó la muerte.

Death. William B. Yeats.

















Política


¿Cómo puedo yo, con esa chica parada ahí,
Poner atención
A la política en Roma o en
Rusia o en España?
Aún así, hay aquí un hombre que ha viajado
Que sabe de lo que habla,
Y hay un político
Que ha leído y ha pensado,
Y tal vez lo que ellos dicen es verdad
De la guerra y el temor armado
Pero ¡ay, si yo pudiera ser joven otra vez
Y tener a esa chica en mis brazos!

Politics. William B. Yeats.

















Ambos poemas fueron traducidos por Paulo Manterola.
La primera pintura se titula Muerte y pertenece a Kathe Kollwitz.
La segunda pintura se titula Chica de las islas. Pertenece a Helene Schjerfbeck.


sí sí

cuando Dios creó el amor, Él no ayudó a la mayoría
cuando Dios creó a los perros, Él no ayudó a los perros
cuando Dios creó las plantas, eso fue soso 
cuando Dios creó el odio, tuvimos una utilidad promedio
cuando Dios me creó a mí, Él me creo a mí
cuando Dios creó a los monos, estaba por irse a dormir
cuando Él creó a la jirafa, estaba borracho
cuando Él creó los narcóticos, estaba drogado
cuando Él creó el suicidio, estaba deprimido

cuando Dios te creó a vos, recostada en la cama
Él sabía lo que estaba haciendo
estaba borracho y drogado
y creó las montañas, y el agua y el fuego
al mismo tiempo

Él se mandó algunas macanas
pero cuando Él te creo a vos, recostada en la cama
acabó sobre todo Su Bendito Universo.


yes yes (poema de Charles Bukowski)
Traducido por Paulo Manterola.








La autora de estas pinturas es Zinaída Serebriakova (1884-1967), nacida en el Imperio Ruso, Ucrania en la actualidad. Fue una de las primeras pintoras rusas en lograr reconocimiento, a sus 26 años. Les dejo también otras pinturas de distintos autores relacionadas al poema: