Cabeza, de Jean-Michel Basquiat.
Cerrás los ojos,
y me pregunto
si acaso podés verte a través de mí.
Si podés ver
que yo estoy viendo a través de vos.
Y puedo verme a mí…
… tratando de olvidar
de que existís, después de todo.
De que existo, después de todo... después de vos.
Entonces,
esperá…
… esperá ese instante
en el que el mundo se suspende en un parpadeo
y todo se une en un solo punto.
Esperá.
Respirá hondo, contame algo,
Sentí mi voz, todavía
te necesito acá.
Y no escuchás.
Te consigás ya a ese punto ciego del mundo
en el que yo habito partido.
Y cierro los ojos,
y te busco.
Acaso si pudieras ver a través de mí,
podrías ver
que yo todavía puedo ver a través de vos,
y ya no me veo,
y estoy.
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